El cáncer sigue siendo un reto para la ciencia. Uno de cada dos niños en el mundo, que tienen esta enfermedad, no se diagnostica y por lo tanto no se le hace tratamiento. Así lo  desvela un estudio en The Lancet Oncology donde se hace un  primer intento en estimar y visibilizar la carga global de cáncer pediátrico.

El estudio indica que anualmente se producen alrededor de 400.000 casos nuevos, a pesar de que solo se registran 200.000. No pasa igual en todos los países. Se estima que el 3% de los niños con tumores en Europa Occidental y Norte América no recibieron un diagnóstico adecuado en 2015.

Mientras que para el sur de Asia las cifras se elevan hasta el 49% y para África Occidental, llega a la alarmante cifra del 57%. Prácticamente la población infantil se está muriendo en su casa. Así las estadísticas indican que el 92% de los casos de tumores pediátricos se producen en los países de renta baja y media.

En este sentido, Zachary Ward, investigador de la Universidad de Harvard y primer autor del estudio, señala  “La supervivencia del cáncer entre los casos diagnosticados es muy baja en esos países. Pero es del 0% en los niños que no han sido identificados”.

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La importancia de las estadísticas en el área de salud

Es primordial disponer de una estimación precisa de la incidencia de tumores infantiles. Las cifras ayudarían a establecer prioridades en materia de salud pública. Las primeras estimaciones de incidencia se basaban en registros sanitarios de cada país. Sin embargo, alrededor del 60% de los países no cuentan con estos registros. O en tal caso solo consideran una pequeña parte de la población.

Los autores del estudio e investigadores de Harvard desarrollaron un modelo para estimar los casos de cáncer en niños. En el modelo se consideran dos variables de interés. El algoritmo toma en cuenta las estadísticas de incidencia de cáncer. Además, la probabilidad de que los niños de un país determinado tengan acceso a los servicios de salud. Por lo tanto puedan ser diagnosticados.

También incorpora datos del Observatorio de Salud Global de la Organización Mundial de la Salud.Tam. Asimismo, encuestas de salud realizadas por Unicef.

De esta manera, fue posible estimar que se produjeron 397.000 casos de cáncer en 2015, en niños menores de hasta 14 años. También se pudo estimar, que la leucemia linfoblástica aguda fue el tipo de cáncer más frecuente. Asimismo, que el 43% de los casos no se tomaron en cuenta.

Leucemia linfoblástica aguda

La leucemia linfoblástica aguda infantil también es llamada leucemia linfocítica aguda (LLA).  Es un cáncer de la sangre y la médula ósea. La médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco). Este tipo de cáncer empeora de forma muy rápida si no se trata inmediatamente.

Además, son muchos los factores de riesgo a los que está expuesto el niño, aunque esto no signifique que el niño enfermará. Algunos factores son exposición a rayos X antes del nacimiento, exposición a la radiación. Tratamiento anterior con quimioterapia o ciertas afecciones genéticas, como el Síndrome de Down y muchas otras.

El estudio también reveló, que nueve de cada 10 casos de cáncer en niños se producen en países de renta baja y media. En especial en África  Occidental. Donde algunos factores pueden elevar el riesgo de desarrollar cierto tipo de tumores, como la malaria o el virus de Epstein-Barr.

Las estadísticas no son para nada alentadoras. Los investigadores estiman que habrá aproximadamente 6.7 millones de casos de cáncer en todo el planeta. Hasta el 2030. De los cuales, de acuerdo a la tendencia, 2,9 millones de ellos no serán diagnosticados.

Consulte con el médico si piensa que su niño está en riesgo. La presencia de un factor de riesgo no significa que enfermará de cáncer. Pero que no se enfrente a estos factores tampoco significa que no enfermará de cáncer.

Proteja a su hijo. Disponga de un buen seguro de salud y llévelo a revisión. La leucemia puede afectar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Por lo que algunos de los síntomas de esta enfermedad son Hematomas o sangrados fáciles, fiebre y pérdida del apetito.

También presentará debilidad, sensación de cansancio y aspecto pálido junto a dolor en huesos y articulaciones.

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