Por lo general las etapas finales de muchas enfermedades pulmonares crónicas están asociadas con una fibrosis pulmonar, en estos escenarios el tejido conjuntivo del tejido pulmonar se reproduce y por consiguiente este cicatriza. Este tejido pulmonar alterado por el tejido conjuntivo es cada vez menos elástico.
Tal pérdida de elasticidad de los pulmones ligada a una fibrosis pulmonar se refleja generalmente a través una progresiva dificultad respiratoria. La alteración del tejido conjuntivo responsable de ello es definitiva.
Respecto al diagnóstico de la fibrosis pulmonar, este por lo general se determina entre otras variables, a través de un análisis clínico acompañado de un examen de la función pulmonar y procesos de diagnóstico por imagen (radiografía, TC).
La fibrosis pulmonar únicamente puede revelarse de forma inequívoca a través de una prueba de tejido conocida como biopsia. Para el tratamiento de la fibrosis pulmonar se indican en primera instancia preparados de cortisona y medicamentos que suprimen el sistema inmunológico también conocidos como inmunosupresores. En relación al pronóstico de la fibrosis pulmonar, este suele ser irregular y por lo general este propone una esperanza de vida mínima acompañada de un tiempo de supervivencia ilimitado.
Definición de la fibrosis pulmonar
Cuando se habla de fibrosis pulmonar, se habla de una alteración en la estructura del tejido conjuntivo, este surge por la cicatrización del tejido pulmonar como causa de la generación del tejido conjuntivo. Esta alteración del tejido conjuntivo se caracteriza por ser irreversible.
La cicatrización del tejido pulmonar distintiva de la fibrosis pulmonar genera una reducción del volumen pulmonar y de la elasticidad del tejido. Esto interfiere en el intercambio de gases en los pulmones y también se ve involucrada la respiración. La circulación sanguínea en la circulación pulmonar se restringe y como consecuencia acaba dañando el corazón.
Se estima que alrededor de 200 enfermedades pulmonares crónicas definidas como intersticiales desencadenan una fibrosis pulmonar en su ciclo final, es por tal razón que esta enfermedad también se define como fibrosis pulmonar intersticial.
Causas de la fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar puede tener origen en un amplio conglomerado de enfermedades.
Las causas de la fibrosis pulmonar también pueden originarse a través de inflamaciones crónicas, alteraciones de la circulación sanguínea o procesos degenerativos, tales como el proceso de envejecimiento. Se estima que alrededor del 50% de los casos se refiere a una fibrosis pulmonar idiopática, lo que significa que no puede identificarse su causa. En el 50% restante la fibrosis pulmonar se estimas las siguientes causas:
– Enfermedades sistémicas: entre las cuales se consideran la artritis reumatoide, colagenosis, enfermedades vasculares, sarcoidosis.
– Infecciones: virus, bacterias entre las cuales destacan Pneumocystis carinii o Klebsiella, hongos y parásitos-ascáridos y esquistosomiasis.
– Sustancias nocivas: ya se trate de la inspiración o de la inhalación como ser del tabaco, aerosoles, así mismo como por no inspiración o no inhalación, en este caso se refiere a medicamentos, rayos ionizantes.
– Insuficiencia pulmonar aguda (IPA).
– Insuficiencia cardiaca.
En asociación a las causas generadoras de la fibrosis pulmonar, esta pueden dividirse en:
– Fibrosis pulmonares idiopáticas.
– Fibrosis pulmonares como consecuencia de un daño alveolar difuso.
– Fibrosis pulmonares como consecuencia de una enfermedad sistémica (colagenosis).
Síntomas de la fibrosis pulmonar
Los síntomas de la fibrosis pulmonar se asocian con el progreso y avance que presente la alteración del tejido conjuntivo de la estructura pulmonar.
Las alteraciones distintivas de una fibrosis pulmonar restringen cada vez más la función pulmonar y las personas afectadas tienden a presentar dificultades respiratorias conocido como disnea, en primera instancia solo con el esfuerzo físico y posteriormente incluso solo con el reposo.
En otras instancias la fibrosis pulmonar puede generar en primer lugar depósitos de agua en los pulmones, lo que se conoce a su vez como edema pulmonar. En las paredes de los alveolos pulmonares generan tejido conjuntivo y su vez se convierten más gruesas. Esta situación origina una reducción de los vasos sanguíneos pequeños y obstaculiza el intercambio de gases entre aire y sangre. A su vez los pulmones se trasforman en más rígidos, debido a la alta proporción de tejido conjuntivo que provoca que el tejido modificado con la fibrosis pulmonar se vuelva duro, sólido y con poca elasticidad generando que su función se vea restringida.
La sintomatología de la fibrosis pulmonar también resalta por la tos seca, en este escenario la respiración profunda e intencionada de las personas afectadas puede llegar a suponer un paro respiratorio repentino. A su vez la sintomatología de la fibrosis pulmonar puede ser acompañada por cuadros de fiebre y pérdida considerable de peso. En un grado más avanzado la piel y las mucosas se tiñen de color azul.
Diagnóstico de la fibrosis pulmonar
Respecto al diagnóstico de la fibrosis pulmonar, este tiende a establecerse con base a la anamnesis de las personas afectadas acompañada de una exploración médica incluyendo un examen de la función pulmonar, además de procesos de diagnóstico por imagen.
En asociación de las causa de la fibrosis pulmonar, se puede precisar de más pruebas para la ratificación del diagnóstico, como por ejemplo la sarcoidosis puede revelarse a través de un lavado broncoalveolar.
Tratamiento de la fibrosis pulmonar
Con el tratamiento de la fibrosis pulmonar se espera detener o bien ralentizar la alteración del tejido conjuntivo del tejido pulmonar y a su vez minimizar la progresión de la fibrosis pulmonar. Dichos procesos de alteración de los pulmones son irreversibles, razón por la cual los indicativos apropiados para el tratamiento de las fibrosis pulmonares se condicionan de las enfermedades subyacentes que la generan. En situaciones donde las causas de la fibrosis pulmonar son sustancias nocivas, se deben evitar tales sustancias lo más pronto posible.
Los medicamentos como ser aquellos que son preparados de cortisona y los inmunosupresores por mencionar la ciclofosfamida o azatioprina), que tienen como objetivo inhibir el sistema inmunológico y el desempeño de las células del tejido conjuntivo, en ocasiones tienden a detener una fibrosis pulmonar o bien retrasar su evolución, existen situaciones donde es preciso un tratamiento acompañante con oxígeno.
En casos especiales para el tratamiento de la fibrosis pulmonar puede ser necesario un trasplante de pulmón.
Evolución de la fibrosis pulmonar
En relación a la evolución, esta puede estar condicionada a las causas y a los posibles tratamientos empleados.
Debido a que las alteraciones del tejido conjuntivo del tejido pulmonar son irreversibles, la fibrosis pulmonar no es en su totalidad curable.
Pueden presentarse casos de fibrosis pulmonar donde la esperanza de vida a penas se minimiza, y otros escenarios la enfermedad puede progresar especialmente rápido y la supervivencia suele ser inferior a un año.
Prevención de la fibrosis pulmonar
Como medidas esenciales se trata de prevenir las probables enfermedades subyacentes. Así mismo se recomienda evitar el contacto con gases y polvos tóxicos.
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