Balanitis

Enfermedades

La balanitis es un término que hace referencia a las inflamaciones que muy a menudo aparecen tanto en niños como en hombre. Se trata de balanitis inflamación del glande y la postitis inflamación del prepucio.

Su origen puede clasificarse en diferentes tipos por ejemplo la balanitis candidiásica es causada por un hongo, también existe la balanitis que es provocada por bacterias o virus como herpes o papiloma humano.

Una causa muy habitual que da origen a la balanitis es la falta de higiene, también otros factores como la irritación por fricción en la zona, alergias e intolerancia a fármacos. En general la balanitis es causada por algún tipo de infección bacteriana o por microorganismos que pueden ser transmitidos a través de las relaciones sexuales.

Cuando la glande del prepucio presenta algún tipo de inflamación, típicamente se presentan enrojecidos con inflamación dolorosa además agregados a estos síntomas el picor y la secreción purulenta.

La extracción de muestra de la zona inflamada da pie a establecer un diagnóstico, además abren la fecha para determinar un tratamiento certero.

El propósito del tratamiento de la balanitis y de la postitis es reducir la inflamación. Para lograr el objetivo es necesaria la reducción de los patógenos que la provocan. En caso de tratarse de bacterias funcionan muy bien los antibióticos y si se trata de hongos son utilizados los antimicóticos.

Es muy recomendable realizar lavados sin jabón, se recomiendan los baños con agua de manzanilla acompañados de una pomada desinfectante y un buen secado.

 

Definición de balanitis

La balanitis y la postitis son inflamaciones que frecuentemente se presentan en la piel del pene del hombre.

La balanitis consiste en la inflamación del glande del pene, mientras tanto la postitis consiste en la inflamación del prepucio en su cara externa y la interna.

En ambos casos se presenta enrojecimiento, inflamación, escozor, humedad y secreciones purulentas.

La balanitis y la postitis pueden presentarse en diferentes etapas de la vida de un hombre:

En niños pre – púberes, en hombres jóvenes maduros sexualmente, en adultos y en hombres de edad avanzada.

Se pueden presentar casos de balanopostitis infecciosa que es originada por una infección por el hongo Candida albicans, generalmente se presenta en personas diabéticas y hombres jóvenes cuando sostienen relaciones sexuales con mujeres con candidiasis vaginal.

La balanitis crónica se refiere al prepucio cuando éste se vuelve más grueso y se vuelve estrecho como si fuese un cartílago.

 

Existe una clasificación amplia de balanitis entre las cuales destacan:

Balanitis candidiásica.
Liquen escleroso.
Balanitis alérgica por irritantes.
Balanitis por herpes.
Balanitis por virus del papiloma humano.
Eritema fijo medicamentoso.
Balanitis circinada.
Lesiones premalignas – carcinoma in situ.
Balanitis de Zoon.
Balanitis por anaerobios.
Balanitis por aerobios.

 

Causas de la balanitis

La causa general de la balanitis o la postitis son las bacterias, incluyendo también los virus, hongos y agentes transmisión sexual.

La falta de higiene y el contacto sexual son los desencadenantes de una infección que termina causando una inflamación del glande o prepucio.

El panorama de las causas que provocan una balanitis es bastante amplio, existe una variedad de factores que contribuyen a su aparición.

La balanitis más común es la balanitis candidiásica, causada por el hongo candida, que se desencadena mediante las relaciones sexuales, falta de higiene, humedad.

También la balanitis se puede presentar por condiciones mecánicas, excesivo uso de productos higiénicos, las enfermedades sistémicas también pueden influir y el paso del tiempo que provoca que la capa superficial de la piel adelgace a medida se avanza en edad.

 

Síntomas de la balanitis

El síntoma que más destaca es la inflamación, acompañado de enrojecimiento, irritación y dolor, además del escozor y picor.

En casos extremos la balanitis y la postitis pueden presentar signos de fiebre, inconvenientes para orinar, hasta septicemia.

 

Diagnóstico de la balanitis

Para establecer un diagnóstico de balanitis y postitis será necesaria la evaluación y observación del pene incluyendo los ganglios inguinales.

La inflamación es un factor que se puede diagnosticar a simple vista incorporando también el tacto.

El enrojecimiento; escozor o picor en el área inflamada, pequeñas ampollas, secreción purulenta, se incluyen en la lista de factores a tomar en cuenta para determinar un diagnóstico de balanitis o postitis.

 

Tratamiento de la balanitis

El tratamiento empleado para la balanitis y postitis se realiza con base a la erradicación de los agentes patógenos para poder eliminar la infección, mediante antibióticos y/o antimicóticos, dependiendo si su causa proviene por bacterias o por hongos.

Existen situaciones donde se requieren procesos de quimioterapias o inmunoterapias para la eliminación total de microorganismos obtenidos por las relaciones sexuales, por ejemplo infección por VPH.

Tras una balanitis postitis procedente de relaciones sexuales, es necesario emplear un tratamiento para el afectado y su pareja.

Es importante considerar algunas medidas higiénicas favorables como ser los lavados sin jabón, suero fisiológico y baños con agua de manzanilla.

 

Evolución de la balanitis

Mediante un diagnóstico temprano y un tratamiento empleado efectivamente, se puede combatir con éxito la balanitis y la postitis, en el mayor porcentaje de los casos que involucran microorganismos patógenos como desencadenantes de estas patologías.

Mientras tanto si se busca un tratamiento cuando la balanitis y la postitis se encuentran en un estado avanzado, esto puede implicar que el proceso de sanación se alargue y puede conllevar otras complicaciones como ser que la inflamación de la glande avance hasta llegar a la uretra lo que puede desembocar en una inflamación de la uretra, de la vejiga y de la próstata. Llegar a tal extremo también puede dar lugar a una epidimitis.

 

Prevención de la balanitis

La prevención de la balanitis y postitis se base en una serie de medidas locales:

• Durante las relaciones sexuales se recomienda el uso de preservativos.
• Higiene regular, pero tampoco excesiva. (apartando el prepucio para limpiar el glande y eliminar el esmegma)
• Baños con agua de manzanilla.
• El correcto uso de tratamientos medicamentosos en situaciones de enfermedad.
• Enjuagues con solución salina.

 


 

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