Cáncer de Hígado

Enfermedades

En el cáncer de hígado, también conocido como, hepatocarcinoma se origina y desarrolla tejido maligno en el hígado. En general la sintomatología del cáncer de hígado no se hace presente hasta un prolongado tiempo tras su aparición.

Tras u considerable tiempo comienzan a reflejarse síntomas como la ictericia, la pérdida de apetito, el cansancio, a la vez dolor, lo que desencadena que el estado general del paciente se deteriore. El cáncer de hígado suele ser detectado por lo general en un estadio avanzado, es por tal razón muchos tumores hepáticos se detectan bastante tarde. Si el cáncer de hígado se detecta tempranamente, las posibilidades de curación se elevan a favor del paciente.

Se estima que los países industrializados el cáncer de hígado es una enfermedad poco frecuente, pero actualmente está aumentando. El cáncer de hígado tiene mayor tendencia a afectar más a los hombres que a las mujeres. El tipo más frecuente de cáncer primario es el carcinoma hepatocelular (CHC) o hepatocarcinoma.

El CHC se posiciona como uno de los tipos de cáncer más habituales en el Sudeste Asiático y África. Conforme a estadísticas, el hepatocarcinoma se encuentra el sexto lugar respecto al cáncer más frecuente a nivel mundial. Si se origina y se desarrolla cáncer de hígado partiendo de las células del hígado, es determinado como cáncer de hígado primario. En el caso donde el hígado es el blanco perfecto para otros tumores, en tal escenario se trata de metástasis hepáticas.

Estas metástasis hepáticas, generalmente se originan de tumores del conducto gastrointestinal. Los facultativos determinan estos escenarios como de cáncer de hígado secundario. Existen una serie de enfermedades que se relacionan y que incrementan el riesgo de padecer hepatocarcinoma.

Una de la variedad de enfermedades se trata específicamente de la cirrosis hepática. La cirrosis hepática contribuye positivamente al origen del cáncer de hígado. En otras ocasiones interviene una hepatitis crónica (especialmente del tipo B y C), también se incluye el abuso del alcohol como uno de los factores que promueven la aparición de un tumor en el hígado. Por tal razón es recomendable las personas con cirrosis hepática se sometan periódicamente a exámenes con el afán de para detectar precozmente el cáncer y tratarlo.

El tratamiento del cáncer de hígado depende esencialmente de las condiciones en que este se encuentre, y este puede tratarse en la mayoría de los casos a través una intervención quirúrgica (erradicación parcial del hígado o bien un trasplante de hígado). También existen otros métodos alternativos locales no quirúrgicos, pero todo esto dependerá en gran medida a su vez de las condiciones de salud del paciente y de sus deseos personales. El pronóstico del cáncer de hígado es otro factor que depende de determinadas circunstancias, en especial del tamaño, la posición y el número de metástasis malignas. Otro factor a considerar son aquellas enfermedades hepáticas y la composición física también intervienen es todo el panorama general de la enfermedad.

 

Definición de cáncer de hígado

El cáncer de hígado es definido de acuerdo a las circunstancias de este, en especial del origen de las células cancerígenas.

El cáncer de hígado se determina como cáncer de hígado primario y cáncer de hígado secundario. El cáncer de hígado primario se origina y desarrolla cuando el tumor maligno toma vida a partir de células propias del hígado.

En términos médicos, se trata de un hepatoma, en referencia a un carcinoma hepatocelular (CHC). Otras de las fuentes donde emergen los tipos de cáncer de hígado primarios son las metástasis más infrecuentes que se originan de células del conducto biliar (colangiocarcinoma) o de los vasos sanguíneos del hígado (angiosarcoma).

Mucho más frecuente que el cáncer primario es el cáncer secundario: La metástasis hepática se trata del cáncer de hígado secundario, son tumores que se forman habitualmente en el conducto gastrointestinal, en el pecho o en los pulmones, se esparcen por el hígado, lugar donde se originan metástasis en forma de tumores. El cáncer secundario se forma, por tanto, cuando las células degeneradas no proceden propiamente del hígado.

En España el cáncer de hígado representa 12 casos por cada 100.000 hombres y 3.5 de cada 100.000 mujeres, una tendencia muy pareja en relación a la de Francia, seguidamente de por Italia y Grecia.

La incidencia anual, en relación a los casos nuevos del cáncer de hígado en España es de aproximadamente 3.000 hombres y 1.300 mujeres. Las tendencias asociadas al cáncer de hígado aumentan paulatinamente.

 

Causas del cáncer de hígado

Aunque las causas del cáncer de hígado no están esclarecidas, existe un factor importante de riesgo para el cáncer de hígado (hepatocarcinoma), se trata del daño celular permanente causado por virus de hepatitis, específicamente una infección con el virus de la hepatitis B También la infección por hepatitis C se estima como otro de los factores de riesgo.

En el caso del cáncer de hígado primario, este se desarrolla especialmente en personas que padecen de cirrosis hepática, eso a causa de una hepatitis o de un abuso extremo de alcohol. Otros factores de riesgo son:

– Hemocromatosis.
– Ingesta de determinadas hormonas sexuales (por ejemplo, anabolizantes).
– Deficiencia de la enzima alfa-1-antitripsina.
– Carga profesional con sustancias químicas como disolventes o fitosanitarios.
– La desnutrición.

Entre las enfermedades que se estiman con grado de riesgo asociadas con el cáncer de hígado son:

– Quistes en el conducto colédoco.
– Tumores en principio benignos de los conductos biliares.
– Cálculos en los conductos biliares.
– Una infección crónica rara de los conductos biliares.
– Enfermedades hepáticas por infecciones crónicas.

 

Síntomas del cáncer de hígado

Los síntomas asociados con el cáncer de hígado tienden a ser síntomas generales como, que no presentan molestias en un estado temprano, sino hasta un estado avanzado lo que conlleva un pronóstico poco favorable.

– Pérdida de peso sin causa justificada.
– Falta persistente de apetito.
– Fatiga o debilidad.
– Agrandamiento de la región superior derecha del abdomen.
– Dolor persistente en la zona central superior del abdomen.
– Hinchazón abdominal generalizada progresiva.
– Coloración amarillento-verdosa de la piel y los ojos.
– Fiebre.
– Coloración oscura de la orina y heces blanquecinas.

 

Diagnóstico del cáncer de hígado

El itinerario para diagnosticar un cáncer de hígado se despliega de la siguiente manera:

– Charla.
– Examen físico.
– Ecografía.
– Análisis de sangre y análisis de laboratorio.

Para obtener un doble respaldo y confirmación, se recurre según sea necesario a:

– Tomografía computarizada (TC).
– Ecografía con contraste.
– Resonancia magnética nuclear (RMN).
– Radiografía del tórax.
– Angiografía.
– Gastroscopia.
– Colonoscopia.
– Frente a la inquietud de cáncer de las vías biliares se procede a una endoscopia de las vías biliares.

 

Tratamiento del cáncer de hígado

Generalmente los tratamientos se basan en las circunstancias tanto del paciente, como el estado del tumor. Los métodos destinados para tratar el cáncer de hígado, según corresponda al caso son:

– Intervención quirúrgica.
– Trasplante de hígado.
– Tratamientos localizados
– Obliteración del tumor: inyecciones percutáneas de etanol
– Tratamiento térmico: terapia láser o por radiofrecuencia (LITT y RFITT)
– Bloqueo de vasos sanguíneos: quimioembolización transarterial (TACE)
– Tratamiento con contraste
– Radiación del hígado desde dentro: radioterapia interna selectiva (SIRT)
– Tratamientos con medicamentos:
– Terapia biológica.
– Quimioterapia.
– Tratamientos paliativos.

 

Evolución del cáncer de hígado

La evolución del cáncer de hígado depende de factores como el número, tamaño y posición de los tumores, así como de su extensión en el cuerpo, además si este se trata de un cáncer originado por el propio hígado, primario o si se trata de un cáncer secundario, metástasis hepática.

Tras una intervención quirúrgica la probabilidad de vida en uno de cada dos pacientes es de más de cinco años, en siete de cada diez pacientes con cáncer es estadios avanzados, difícilmente se puede pronosticar una curación. Un diagnóstico precoz aumentar las probabilidades de supervivencia.

 

Prevención del cáncer de hígado

La prevención del cáncer de hígado se basa previniendo una cirrosis hepática, también incluye la prevención de la hepatitis B mediante la vacunación contra el virus de la hepatitis B. tras infecciones hepáticos se recomienda recibir tratamiento a tiempo, evitar el consumo excesivo de alcohol también es una medida de prevención considerada.

 


 

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