Rubeola

Enfermedades

La rubeola es determinada como una enfermedad viral, dicha enfermedad se presenta principalmente y especialmente durante la infancia. La rubeola por lo general tiende a progresar con fiebre, erupción cutánea representativas e inflamación de los ganglios linfáticos – adenopatías. Comúnmente la rubeola no manifiesta sintomatología alguna, por lo tanto es común que pase desapercibida.

La rubeola se caracteriza además por ser una enfermedad bastante contagiosa. Los virus responsables y causantes se transmiten a través de gotitas de saliva, por ejemplo, comúnmente a través de la tos o los estornudos. Las complicaciones en la rubeola son muy escasas, siempre y cuando que no se sufra de la enfermedad rubeola durante el embarazo. Durante el primer trimestre del embarazo esta enfermedad se determina como una amenaza para el embrión, la razón es que la rubeola puede desencadenar daños graves en los órganos del embrión, lo que representara una justificación médica para llevar a cabo un aborto. Por tal impactante y justificada razón, se deben vacunar contra la rubeola todas las niñas hasta la pubertad. No obstante, los jóvenes no son la excepción, también ellos deben vacunarse contra la rubeola para evitar la proliferación de la enfermedad.

 

Definición de rubeola

La rubeola es conocida globalmente y se define como una enfermedad infecciosa bastante frecuente y habitual en todo el mundo, esta enfermedad es causada por determinados virus. Junto al sarampión y las paperas, esta enfermedad integra el conjunto de las denominadas enfermedades de la infancia. La rubeola tiende a manifestarse como una erupción cutánea acompañada con manchas finas – sarpullido. Esta erupción se representa por lesiones sobreelevadas en la piel y forma nódulos brillantes y pequeños generalmente de color rojo claro, que se reflejan en primera instancia en la cara y posteriormente en el tronco del niño.

El conocido y definido eritema infeccioso no cuenta con involucramiento alguno en relación a la rubeola. Por tal razón, una infección de rubeola no implica inmunidad contra el eritema infeccioso.

La rubeola generalmente y especialmente suele presentar en la infancia, aproximadamente en el 80 a 90% de todos los casos. La tendencia que mantiene la infección de rubeola aumenta durante la primavera. En 1978 se consolido en España una inmunización selectiva para contrarrestar la rubeola tano en niñas como en adolescentes. La vacunación sistemática con triple vírica, incluye sarampión, rubeola y parotiditis, fue introducida en 1981 en España.

Mientras tanto, aquellas mujeres de edad fértil que no han sido vacunadas, mantienen un grado de riesgo significativo de desarrollar rubeola y por ende el de trasladar el virus al feto durante el embarazo. En

España se mantiene la precisión que más del 90% de las mujeres están inmunizadas frente a la rubeola, lo que significa que han padecido una infección de rubeola o han sido vacunadas.

 

Causas de la rubeola

La rubeola es causada por la infección con un virus que es integrante del género rubivirus. Este virus tiene ARN como material genético, y es integrante de la familia de los togavirus. El virus de la rubeola se encuentra proliferado en escalas globales, por todo el mundo. El ser humano es su único huésped conocido. Cualquier persona ha estado aquejado una vez por el agente patógeno es inmune para el resto de sus días.

Por otra parte, el lapso de tiempo desde el contagio hasta el brote, lo que se conoce como tiempo de incubación, en la rubeola generalmente es de dos a tres semanas.

Los virus responsables y causantes de desencadena la rubeola únicamente se les hace posible sobrevivir por poco tiempo fuera del cuerpo. La vía de transmisión concite por inhalación por gotitas, al estornudar y toser. Además es posible un contagio a través de los besos y al compartir vajillas o cubiertos. De tal forma, la rubeola también se puede trasladar al feto durante el embarazo, esto es posible por medio de la placenta.

La infección puede permanecer por un lapso de una semana aproximadamente posterior a la manifestación de la clásica erupción cutánea – sarpullido.

 

Síntomas de la rubeola

La rubeola generalmente en la mayoría de los casos provoca únicamente síntomas sutiles, como ser ganglios linfáticos inflamados e indoloros, inflamación de las membranas mucosas y fiebre moderada. Tras un pequeño lapso de tiempo, se puede reflejar la representativa erupción cutánea. La erupción normalmente tiene inicio detrás de las orejas y con prontitud se esparce por la cara y el cuello hasta resto del cuerpo.

En esta etapa también se pueden presentar con frecuencia ganglios linfáticos inflamados y dolorosos, principalmente en el cuello y detrás de las orejas. Aparte demás síntomas de la rubeola pueden tratarse de dolor en las articulaciones, inflamación de la conjuntiva, denominada conjuntivitis y un incremento de tamaño del bazo, definido como esplenomegalia.

La erupción emerge tras uno a tres días posterior a la manifestación de los síntomas. Se recomienda que os niños puedan permanecer en casa durante este proceso.

 

Diagnóstico de la rubeola

La rubeola no se puede pronosticar únicamente tomando en cuenta el cuadro clínico, ya que los síntomas característicos de la rubeola, como ser la erupción, pueden presentarse claramente en otras enfermedades como ser un eritema infeccioso, sarampión o escarlatina. Es por tal razón que la rubeola únicamente es posible su diagnóstico de forma concluyente, si se localizan anticuerpos determinados en la sangre, o directamente el ARN del virus causante.

La prueba de ARN se lleva a cabo en el diagnóstico prenatal cuando se requiere concretar si existe la rubeola durante el proceso del embarazo. Para tales escenarios normalmente c es posible extraer una muestra del líquido amniótico con el propósito de localizar el virus directamente. Es a partir de la semana 22 de embarazo donde también es posible analizar la sangre para localizar anticuerpos en el feto. Estos análisis únicamente los pueden ejecutar médicos especialistas con experiencia en materia.

 

Tratamiento de la rubeola

El tratamiento que se emplea comúnmente contra la rubeola tiene como como propósito mitigar los síntomas. En el caso donde se requiere bajar la fiebre se administran medicamentos antipiréticos como paracetamol, por ejemplo y antiinflamatorios para asistir la inflamación de las articulaciones, denominada artritis.

Mientras tanto, los niños aquejados por la rubeola deben guardar reposo absoluto en cama. Es necesario aislar a los pacientes con el fin de evitar transmitir la infección a otras personas con este virus peligrosamente contagioso. El aislamiento se prolonga hasta que la erupción de la piel se haya resuelto en su totalidad.

 

Evolución de la rubeola

Común y característicamente la rubeola cursa con una evolución positiva, incluso en situaciones de complicaciones. En el 50% de los niños la rubeola progresa sin molestias.

En un mínimo porcentaje de los casos, un paciente con rubeola puede llegar a desarrollar complicaciones, sin embargo la incidencia de complicaciones tiende a aumentar con la edad. Las complicaciones más comunes son las siguientes:

– Inflamación extendida de las articulaciones – artritis.
– Inflamación del cerebro – encefalitis, en uno de cada 6.000 casos.
– Daño vascular leve que provoca hemorragias bajo la piel – púrpura.

Una de las complicaciones menos deseadas, se trata de la infección con el virus de la rubeola durante el embarazo. En situaciones donde la madre presenta la infección por rubeola, el virus puede penetrar hasta la placenta e infectar al feto, acción que puede generar malformaciones en los órganos del embrión – embriopatía. Entre las malformaciones del feto se encuentran las siguientes:

– Anomalías en los ojos, específicamente cataratas.
– Sordera.
– Malformación del corazón, como comunicaciones entre las cavidades cardiacas por no llegar a cerrarse del todo las paredes del corazón
– Daños mentales.

Tras una infección por rubeola durante el embarazo, además se incrementa el riesgo de sufrir un parto prematuro o un aborto involuntario.

 

Prevención de la rubeola

La medida de prevención más efectiva contra la rubeola se trata de la vacunación. En España, la vacunación se encuentra bastante extendida y las tasas de vacunación oscilan un porcentaje de hasta un 90% como parte de la vacuna contra sarampión-paperas-rubeola, denominada vacuna triple vírica SRP.

 


 

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