El libro escrito por Raquel Marín, neurocientífica y catedrática en filosofía, está enfocado en el papel que juega la alimentación en la salud mental. “Pon en forma tu cerebro” es el título del libro, el cual presentará este miércoles 19 de febrero en el Ateneo Jovellanos y el Aula de la Cultura a las 19.30 horas. Conozca un poco sobre la importancia de la alimentación en la salud cerebral en un breve resumen que se presenta en este artículo.
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En este nuevo libro la autora de “Dale vida a tu cerebro”, ofrece algunas pautas y planes que con beneficiosos para la salud cerebral. Y que además están acopladas a las diferentes fases de la vida. En él afirma que “La dieta occidental, las hamburguesas, frituras y precocinados, envejecen y enferman el cerebro”.
Es un práctico libro que contienen gran cantidad de recetas neurosaludables. Que fueron creadas por la autora calculando el contenido nutricional de cada una de ellas. También contempla diferentes planes, cada uno ajustado a los diferentes momentos de la vida. Basados en los requerimientos de la actividad mental y emocional.
La información completamente actualizada se refiere entre otras, a las bacterias intestinales beneficiosas para la cabeza y el tipo y cantidad de nutrientes que necesitan.
Cabe destacar que Raquel Marín es Neurocientífica y estudió Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid. La maestría y el doctorado lo hizo en Biomedicina en la Universidad Laval de Quebec, Canadá, donde realizó investigaciones sobre el sistema nervioso.
Tiene un currículo muy amplio y más de 80 publicaciones científicas, con varios premios por investigación a nivel nacional e internacional. Actualmente, es Catedrática de Fisiología en la Universidad de La Laguna y es coordinadora del Grupo de Investigación en Enfermedades Neurodegenerativas.
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Poner en forma el cerebro
Poner en forma el cerebro requiere pensar que se tiene y qué es posible hacer cosas para optimizar su evolución y envejecimiento. También habla sobre la importancia de saber que el cerebro no necesita de todo para funcionar. Por ejemplo necesita lípidos, ya que es un órgano graso, pero el azúcar refinada es muy tóxica para él, ya que tiene una alta sensibilidad a los azúcares.
La industria ha modificado los azúcares para obtener productos más dulces y atractivos. Lo cual repercute en forma directa en la salud. Ya que el metabolismo hace trabajar más al hígado, debe digerir fructosas no naturales y que finalmente se convierten en grasas.
Asimismo, los estudios demuestran que la dieta más saludable para el cerebro es la mediterránea, mientras que la más dañina es la occidental. La cual está compuesta por frituras, precocinados o hamburguesas, y además de que lo enferman, también lo envejecen.
En especial tiene fuerte impacto en los niños, causándoles retraso en el aprendizaje y depresiones. Inclusive les causa pérdida en sus habilidades sociales.
La considerada comida rápida contiene gran cantidad de grasas saturadas y las del tipo trans. Las cuales son grasas que no existían naturalmente porque eran aceites, pero se modificaron y solidificaron para que el producto no enrancie y tenga mayor durabilidad. Estas grasas son tóxicas para el cerebro y finalmente producen inflamación y deterioran las neuronas.
Y tan importante es el cerebro como el intestino. Sencillamente, “Si las tripas no están bien el cerebro tampoco…el intestino es un segundo cerebro”. Las investigaciones aseguran que los microorganismos que se encuentran en el intestino, deben hacerlo en las proporciones adecuadas.
Pues cuando se presenta un desequilibrio se producen efectos negativos en la salud mental y del cerebro. El sistema digestivo es determinante para los aspectos cognitivos y emocionales. Por consiguiente es fundamental para prevenir enfermedades relacionadas con la mente y el cerebro.
Alimentos y nutrientes esenciales para el cerebro
Las Fibras y las legumbres, le aportan carbohidratos de asimilación lenta al cerebro y lo desestresan. Además mantienen activo el cerebro durante muchas horas.
Asimismo, las grasas omega 3 y 6 son esenciales mientras estén en la proporción adecuada. Así como los antioxidantes naturales, ya que el cerebro consume gran cantidad de oxígeno y genera residuos.
De igual forma las vitaminas B6 encontrada en los cereales, la vitamina B9 presente en alimentos verdes y la vitamina B12 contenida en productos lácteos y huevos. La deficiencia de las vitaminas del grupo B, es un gran riesgo de neurodegeneración. También son importantes los frutos secos, ricos en precursores de las moléculas para los neurotransmisores.
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