Es por lejos el cáncer más frecuente en las mujeres. Representa el 16% de todos los cánceres que atacan a la mujer. Cada año mueren medio millón de mujeres por esta enfermedad, y 1.7 millones de mujeres en el mundo son diagnosticadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos se diagnostica un cáncer de mama en alguna parte del mundo. Por eso se escogió un día -el 19 de octubre- como día mundial contra la lucha y prevención del cáncer de mama
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Octubre es el mes de sensibilización y lucha contra el cáncer de mama. Además contribuye a fomentar la atención y el apoyo prestados a la concientización de la importancia de la detección. Y control precoz en las mujeres de esta enfermedad. En cuanto más temprano se diagnostique, más posibilidades habrá de erradicarla
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es un tipo de tumor que se forma en el tejido de la glándula mamaria. Cuando estas células tumorales tienen la capacidad de invadir los tejidos sanos. Y de alcanzar otros órganos alejados e implantarse en ellos, se le llama cáncer de mama.
Tipos de cánceres
Existen varios tipos de cáncer de mama y en función de cómo actúan las células cancerígenas se pueden clasificar de cuatro maneras:
- Los hormonales: Es el más común, ya que cuenta con el 66 % del total y son los tumores de mejor pronóstico.
- Los HER2 positivos: Su incidencia es del 25 % de los tumores. Los fármacos actuales dirigidos contra la proteína HER2 ha mejorado mucho su pronóstico.
- Los positivos para todo: Se estima que suponen un 12 % de los cánceres de mama. En ellos es posible el tratamiento hormonal, así como el tratamiento contra el HER2, además de la quimioterapia.
- Los triples negativos: es la forma menos común, y el cáncer de mama más agresivo y por ende el más difícil de tratar. Suponen el 15 % y la única opción terapéutica conocida hasta ahora es la quimioterapia.
Esto sucede porque las células tumorales pueden crecer y expandirse de tres maneras:
- Crecimiento Local: el cáncer de mama crece por invasión directa, infectando otras estructuras alrededor. Por ejemplo, músculos, huesos y la piel.
- Diseminación linfática: la red de vasos linfáticos que posee la mama, permite que drene a otros grupos ganglionares. Por ejemplo, los situados en las axilas (los más frecuentes) y lo situados en la arteria mamaria.
- Diseminación Hematógena: se realiza a través de los vasos sanguíneos, por lo general hacia los huesos, hígado, pulmón y piel.
Síntomas
Los signos y síntomas del cáncer pueden ser los siguiente:
- Bultos nuevos en la mama o axila.
- Hinchazón o enrojecimiento en una parte del seno
- Cambio de tamaño, forma o apariencia de una mama
- Descamación y formación de costras en la zona del pezón o en sus alrededores
- Hundimiento reciente del pezón
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Cómo prevenir el cáncer de mama
Los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo clave fundamental para la lucha contra esta enfermedad. El cáncer es una enfermedad grave, pero se puede curar si se detecta a tiempo. De hecho, un diagnóstico a tiempo puede dar probabilidades de sobrevivir de hasta un 90%.
Si bien es ciertos que hay factores de riesgos que no se pueden evitar, como los antecedentes familiares y los genes hereditarios. Existen otros que están al alcance y pueden reducir los riesgos de cáncer.
Por eso es importante prevenir a través de un cambio de estilo de vida. Como tener una alimentación sana , ser moderados con el alcohol, no fumar y hacer actividad física de manera constante.
Además, es importante evitar las terapias hormonales por muchos años. Si se está haciendo esta terapia por los síntomas de la menopausia, es recomendable hablar con el médico acerca de las alternativas o reducir las dosis al mínimo. También es necesario evitar las radiaciones y la exposición a sustancias químicas.
Está comprobado que la lactancia materna causa un mayor efecto protector.
También es vital la detección precoz a través de las mamografías y el autoexamen mamario.
¿Cómo realizarse un autoexamen?
- Colocarse frente a un espejo con los brazos al lado de la cadera, observar cambios en la piel, la forma y tamaño de los senos.
- Con las manos detrás de su cabeza y los codos hacia delante, observe si hay hoyuelos, pliegues en la piel o algún cambio en la superficie de sus senos.
- Con las manos sobre la cadera y presionando, observe si hay retracción en el pezón o algún cambio en la forma de sus senos.
- Palpe sus senos haciendo pequeños círculos en la dirección de las manecillas del reloj para detectar alguna masa o secreción en el pezón. Repita el paso en el otro seno.
- Examine también con sus dedos cada axila en la búsqueda de una posible masa.
- Recostada sobre la cama, repita los pasos 4 y 5 para buscar posibles masas.
Cabe mencionar que, en caso de cualquier signo o duda, acudir a un especialista, es la mejor decisión. ¡Recuerda prevenir, antes que lamentar!
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